Juliana Zambrano
201023361
Reflexión Individual nodo 3
La
relación entre espacio y aprendizaje no es tan clara y concreta como se podría
pensar, pues incorpora todo lo que tiene que ver con el espacio físico, la
manera de enseñanza, la cantidad de gente que aprende, quien enseña, y muchos otros
aspectos. Dependiendo del momento de la historia que se analice, los espacios
tienen diferentes características que aportan a las necesidades de aprendizaje
para el desarrollo de una persona apta del momento.
En
la Antigua Grecia, por ejemplo, si se enfoca en lo que se aprendía en el
gimnasio, es fácil darse cuenta de las necesidades de la época y lo que se
consideraba importante en un hombre. En este espacio se le daba enfoque al
entrenamiento físico del hombre para la preparación a la guerra, pero también
era importante el intelecto, principalmente la cultura y filosofía, dos de los
temas que caracterizan la historia griega clásica (Calderon & González,
2006).
La
diferencia se nota en los gremios de artesanos de la edad media, en los cuales
la necesidad era entrenar a gente que supiera hacer trabajos prácticos. Por esta razón el aprendizaje estaba
caracterizado por un espacio procedimental, en el que uno o dos aprendices
interactuaban con su maestro en su lugar de trabajo y aprendían de la
observación y la práctica gradual (Aligheiro, 1987). Este espacio no era uno de
educación formal, pues el profesor era el “maestro”, un profesional en alguna
artesanía y tan solo transmitía su conocimiento mostrando la manera en la que él
hacía los cosas.
Luego,
en la universidad de la edad media, como lo mencioné en la entrada
“Conocimiento en la edad media” de mi blog “Ambientes de Aprendizaje”, era un
espacio de aprendizaje declarativo, que se basa en la teoría abstracta y
conceptual. Las universidades eran espacios en los que se aprendía desde la
propia interpretación del estudiante acerca de la teoría pero siempre basado en
las declaraciones de un profesor que aprendió de la misma manera. Este espacio
era importante para la época en que el conocimiento teórico apenas se retomaba
y avances científicos y filosóficos se volvían a empezar a dar.
A
partir de esto se puede entonces comprender que la relación que hay entre el
espacio y el aprendizaje depende de lo que se quiere enseñar y lo que es
necesario para ello. En el gimnasio, el espacio aportaba un lugar para
ejercitarse físicamente y aulas donde se enseñaba y se discutía, haciendo una
interacción entre el espacio físico y lo que busca enseñar. En los gremios
artesanos, el local de trabajo era el lugar de aprendizaje y todos los objetos
que rodeaban al aprendiz eran importantes para su entrenamiento. En la
universidad, los libros y aulas de clase era importantes para las clases
magistrales y la teoría que se debía aprender.
Como
estudiante de medicina, debo interactuar en espacios de aprendizaje muy
distintos que aportan cosas diferentes para mi actividad como aprendiz.
Espacios como la universidad de la edad media son importantes al iniciar la
carrera (el momento en el que me encuentro), pues es importante saber la teoría
de las ciencias naturales para comprender que es lo que está sucediendo en el
cuerpo humano. Esta teoría, sin embargo, debe estar acompañada de un
aprendizaje práctico como lo vemos en los laboratorios. En estos espacios
usamos materiales físicos para comprobar lo que vemos en las clases teóricas y
aprendemos como resolver problemas o justificar soluciones a partir de objetos
del mundo real y cálculos demostrativos. Para la práctica debemos tener la
teoría muy clara, esquema que se repite a través de toda mi carrera.
Luego
de aprender la teoría de las ciencias naturales en la universidad pasamos a los
laboratorios de anatomía. Este espacio es bastante diferente, y a través de la
exploración guiada y memorización, debemos aprender las partes y funcionamiento
del cuerpo humano. Este espacio es muy individual, ya que cada cual estudia por
su cuenta, pero tenemos un profesor que nos enseña como reconocer las partes
del cuerpo. El espacio tiene un ambiente “pesado”, de mucha concentración y
cuidado, que afecta el aprendizaje de la materia.
Después
de esto tenemos varias clases teóricas de las diferentes áreas de la medicina y
luego pasamos a rotaciones, las cuales se parecen mucho al aprendizaje en los
gremios de artesanos. En estos espacios, seguimos a un doctor en su trabajo y observamos
como se relaciona él/ella con los pacientes, los diagnósticos que hace
dependiendo de los síntomas, las soluciones que propone dependiendo del
problema, y a partir de esto aprendemos e interactuamos en el espacio en el que
nos encontraremos después de graduarnos.
Saber
la relación que hay entre los espacios y el aprendizaje me ayuda a reconocer el
provecho que puedo sacar de ciertas clases y en que debo enfocarme al entrar a
un espacio distinto. De esta manera puedo relacionarme mejor con el espacio y
aprovechar el aprendizaje de una manera más efectiva.
Bibliografía:
· Aligheiro, Mario. Historia de la educación: De la Antigüedad
al 1500” Siglo xxi editores s.a. (1987), pp. (252-262)
· Calderón, Hader & González
Elvia. “Acerca de donde enseñaron Sócrates, Platón y Aristóteles o sobre el
silencio en los espacios dialogantes”. Uni-Pluri/Versidad
Vol.6 No.1, 2006 –Versión Digital; Facultad de Educación- Universidad de
Antioquia. Medellín, Co
· J.Zambrano.
(2013, marzo 17). Conociemiento en la edad media [Blog]. Sacado de Ambientes de
Aprendizaje <http://ambientesjulizambra.blogspot.com/>